Reseña | Cine | Teléfono Negro 2
Por Leandro Lagoria
Tras cuatro años desde que se estrenó la primera entrega, su director Scott Derrickson, nos
presenta una secuela, en la cual busca contar cómo avanza la vida de los protagonistas de la
historia anterior luego de lo hechos ocurridos con “The Grabber” y como les afecto a cada
uno de ellos. También busca profundizar la unión de los sueños que tiene Gwen con su
madre, la cual fue de quien heredó ese don.
En este presente, Fynn se convierte en una persona solitaria a la cual le cuesta socializar y
que no puede soltar el trauma por todo lo ocurrido en aquel sótano y la figura de “The
Grabber”. Gwen, por su parte, sigue teniendo sueños pero esta vez son mucho más
inmersivos y por ello, esta nueva aventura transcurre en unas cabañas alejadas de la ciudad,
en la cual su madre trabajaba de joven como coordinadora y donde 3 niños perdieron la vida,
tal cual como la anterior vez. Estos niños, a través de los sueños de Gwen piden que sus
cuerpos sean encontrados.
Se cambia el foco en el personaje principal y Gwen es quien gana más protagonismo, donde
sus sueños serán la guía para avanzar en la trama. Fynn por su parte tomará un rol más
secundario pero aun así, siguen haciendo una muy buena dupla de hermanos. También
aparecerán nuevos personajes, quizás el que más destaca es Ernesto quien es el hermano
menor de Robin, joven que fue asesinado y era amigo de Fynn en la primera película, y que
será el interés amoroso de Gwen también será de apoyo en esta ocasión durante gran parte de
los sucesos.
La estética de la película se mantiene igual que en la primera, tonos oscuros y un aspecto
analógico cuando transcurren los sueños de Gwen para que el espectador pueda separar las
acciones de los personajes. Mientras Gwen se encuentra dormida, lucha con “The Grabber” o
tiene visiones. El sonido juega un rol importante, mayormente para los timbrazos del teléfono
ya que sin teléfono no hay secuela. También hay que destacar algunos de los planos elegidos,
destacó el de la aparición del antagonista en el hielo, donde sus ojos quedan en primer plano
y por detrás están nuestros protagonistas.
Como conclusión se puede decir que la película cumple de buena manera como secuela pero
no es mejor que su antecesora, tiene momentos de tensión bien hechos, algunos jumpscares
bien utilizados. Quizás lo que más disgusto de esta continuación es lo rebuscada en su
historia y que tenga momentos que no sumen demasiado, sin ellos su duración sería mucho
menos que el corte final, además que por ratos parecía una fusión entre “Pesadilla en la Calle
Elm” con “Viernes 13”. Dejando eso de lado, es bastante disfrutable.
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