Reseña | Cine | Cacería de Brujas


Por María T. Ceballos


Luca Guadagnino no podría ser más prolífico. Solo el pasado año nos sorprendió con “Challengers” y “Queer”, dos largometrajes que dieron de qué hablar y gozaron de un éxito notable.

Se trata de un realizador imprevisible, que se mueve con igual soltura entre el terror psicológico, el gore, el drama con tintes románticos y el thriller.

Su nueva propuesta, "Cacería de Brujas" (After The Hunt), se agrupa en este último género y cuenta con un elenco estelar: nada más ni nada menos que Julia Roberts, Andrew Garfield y Ayo Edebiri.

Cuenta la historia de Alma (Roberts), una respetada profesora de la Universidad de Yale y cabeza del departamento de filosofía, quien se encuentra entre la espada y la pared cuando Hank (Garfield), su colega y amigo de años, es acusado de abuso por parte de Maggie (Edebiri), su protegida. Alma deberá tomar partido en esta complicada situación, lo que la conectará con un oscuro secreto de su pasado, el cual Maggie está dispuesta a revelar si su mentora no juega a su favor.

A partir de este hecho se desata un drama psicológico que juega con las diferencias de poder entre estos personajes grises, con múltiples caras y facetas, con los cuales se vuelve difícil empatizar y que terminan resultando odiosos.

También hay que mencionar la participación de uno de los frecuentes colaboradores de Guadagnino, Michael Stuhlbarg, como Frederik, el esposo y sostén de Alma. Este constituye un personaje simpático aunque patético por momentos.




En lo que respecta a Garfield, no es usual verlo en este registro: uno está acostumbrado a ubicarlo en el papel de héroe mientras que, en este caso, su Hank Gibson no podría resultar más soberbio y detestable. Pero, una vez más, nos demuestra que es uno de los mejores intérpretes de su generación y puede ponerse en la piel del villano con total facilidad. Roberts, por su parte, está sublime como siempre.

Si bien no es el mejor guión de Guadagnino, es una película que recae enteramente en sus personajes. Si hubiera otros actores a la cabeza, que no contaran con la destreza de este trío, quizás el relato no funcionaría. De hecho, quizás no lo hace, pero el ritmo y la construcción del suspenso resultan tan efectivos que uno termina por meterse en la historia, cuyo final resulta un tanto ambiguo.

Quienes disfrutan de un buen drama, sabrán sacarle provecho. Pero lejos está de ser el trabajo que uno espera de este realizador que, en el pasado, nos ha regalado historias tan memorables y emocionantes como “Call Me by Your Name” (2018).

Cacería de Brujas, en cines desde el 9 de octubre, una de las tantas propuestas para este fin de semana largo.


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