Reseña | Cine | Good Boy

Por Mariana Parodi
Good Boy es una de las propuestas más originales y elogiadas del cine de terror reciente. Dirigida por Ben Leonberg, esta cinta se aventura a responder: ¿Y si el perro de la familia fuera el único que sabe que la casa está embrujada?

La historia sigue a Todd, quien se muda con su perro Indy a la antigua granja familiar tras la muerte de un pariente. El lugar está envuelto en oscuros rumores de estar embrujado, advertencias que Todd decide ignorar.

Sin embargo, para Indy (interpretado por el perro de la vida real del director, también llamado Indy), la presencia maligna es palpable. La película se narra desde la perspectiva del perro, un compañero fiel cuyos sentidos e instintos se convierten en los principales motores de la narrativa y lo que le dan el toque más original al film. Sin poder comunicarse con palabras, Indy debe enfrentarse a fuerzas invisibles para los humanos, convirtiendo su lealtad y su vínculo emocional con Todd en su única y más poderosa arma contra el horror.

El director Ben Leonberg le da una estética realista y actuaciones naturalistas, construye un mundo creíble en localizaciones que se asemejan a la vida cotidiana, lo que facilita que el público imagine que el horror sobrenatural podría sucederle a cualquiera.

Si buscas un thriller que combine suspenso, emoción y una perspectiva narrativa fresca dentro del cine de género, esta película es una buena opción en la cartelera de este jueves.