Reseña | Teatro | Un tiro cada uno
"Un tiro cada uno" es una obra teatral que indaga de manera cruda y realista en la problemática de la violencia de género, basándose en casos reales de Argentina. La trama nos introduce en la vida de Ale, Nacho y P, tres jóvenes jugadores de básquet de Bahía Blanca, cuya rutina se ve trastocada por un terrible hecho: la noche anterior al último partido del campeonato, cometen un femicidio.
La obra, escrita y dirigida de forma colectiva por Mariana de la Mata, Consuelo Iturraspe y Laura Sbdar, evita caer en el melodrama para abordar el tema desde una perspectiva más íntima y perturbadora. A través de sus diálogos, expone cómo la violencia se entrelaza con el machismo, la amistad y la cultura deportiva. El espectador no solo observa el hecho, sino que también es testigo del proceso mental y emocional de los agresores, lo que genera una reflexión profunda sobre las raíces de la violencia. La pieza no busca excusar a los personajes, sino entender las dinámicas que los llevan a cometer un acto tan atroz.
En una especie de doble interpretación, cada actriz interpreta a Rocío, hablando a coro en las escenas dialogadas. Tres protagonistas para cuatro interpretaciones en simultáneo que logran diferenciarse perfectamente.
Rocío también es interpretada en pequeños monólogos en los que cada actriz lee fragmentos de su diario íntimo, dándole voz y contexto a lo que está por ocurrir. La escena principal, lo que sucede no se ve, vuelve a contarse por sus cuatro protagonistas: la voz de los tres que eluden y justifican y la voz de Rocío, coral, confusa, intermitente.
El trío de actrices (Camila Peralta, Carolina Kopelioff y Fiamma Carranza Macchi) logra una química excepcional, dando vida a sus personajes con una complejidad que resulta inquietante. No solo interpretan a los jóvenes, sino que consiguen transmitir la fragilidad, el miedo y la brutalidad de sus personajes con una credibilidad que traspasa el escenario. Sus actuaciones son el motor de la obra, manteniendo la tensión en cada escena.
La puesta en escena contribuye a crear una atmósfera opresiva perfecta para el tono de la obra. El trabajo colectivo demuestra un compromiso profundo con la temática, logrando una pieza teatral que no deja indiferente a nadie.
"Un tiro cada uno" es una obra de teatro potente y necesaria. Su valor reside en la audacia de abordar un tema tan delicado desde una perspectiva que incomoda, moviliza y obliga a reflexionar. Las excelentes actuaciones del trío de protagonistas, sumado a una dirección y dramaturgia sólidas, la convierten en una pieza imperdible para aquellos que buscan un teatro con un mensaje profundo y relevante.
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