Reseña | Teatro | Saraos Uranistas

Por Mariana Parodi
Saraos Uranistas se trata de un término utilizado a principios del siglo XX por el sistema médico y policial higienista de esa época para referirse a las fiestas y reuniones nocturnas de una comunidad vista como una amenaza a la moral: maricas y travestis. Ser "uranista" se consideraba una enfermedad mental, y este término, profundamente estigmatizante, alimentaba el prejuicio de una época que criminalizaba a la comunidad LGBTIQ+. Una persecución que aún hoy resuena.

Este es el punto de partida de la obra escrita y dirigida por Juanse Rausch, cuya dramaturgia tomó archivos psiquiátricos, periodísticos y textos de la Bella Otero, una de las protagonistas reales de la época, para darle veracidad y crudeza al relato siempre desde el lugar de la tragicomedia y la fantasía. En clave de musical, entre el cabaret y el music hall, la obra nos sumerge en las entrañas de los saraos y nos presenta a estes cinco magnífiques intérpretes y un pianista (Gabriel Illanes, el maestro paki, quién compuso todas las piezas que suenan en la obra) que darán vida a un sinfín de personajes desde los doctores que investigan, definen y dialogan con la clase (público) hasta las integrantes de esta banda de “locas”.


Así conoceremos a la imponente Bella Otero (Maiamar Abrodos), la graciosa y encantadora Princesa De Borbón (Emiliano Figueredo), a la tierna y enamoradiza Aida (Tomás Wicz), a Manon (Manuel di Francesco) la vidente vehementemente esperanzadora y a la versátil y maravillosa Dolores (Lu Adúriz). Juntas nos guían por un viaje emocional que borra las líneas entre lo real y lo imaginario.

La escenografía le da una gran ambientación y nos marca una época, al igual que el vestuario bellísimo lleno de maquillajes brillantes, corsets y peinados antiguos.

Las interpretaciones de les cinco son igual de impresionantes que los cambios de vestuario, dado que manejan el tiempo frenéticamente para ser uno u otro sin descuidar un solo detalle de sus personajes. 

Saraos Uranistas te sacude, no hay forma que no lo haga. Te emociona y cuando queres lagrimear, te saca una carcajada. Te lleva en un viaje emocional sin reparos que te reconforta el alma, navegando entre la resistencia y resiliencia, dejando piezas de rompecabezas de todos los que estuvieron, están y estarán. Porque en esta y en todas las épocas los derechos se cuidan y se defienden. Saraos Uranistas es arte, es fantasía y es todo lo que quieras imaginar porque eso, nadie puede limitarlo.

Vayan a la Costanera y busquen a la Sirena del Río de la Plata


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