Reseña | Teatro | La lengua es un músculo, pero el lenguaje es un virus

Para quedarse sin palabras, valga la redundancia 

por Federico Dieguez

Bienvenidos a este laberinto discursivo del que no van a querer encontrar salida. “La lengua es un músculo, pero el lenguaje es un virus” es un unipersonal humorístico que trata sobre impacto que el habla tiene sobre nuestra vida y de cómo nos atraviesa en cada momento, en cada situación, en cada contexto.

Encontramos al protagonista a punto de terminar un encierro de 24 años en la casa del cerro familiar. Su retiro voluntario estuvo dedicado a realizar una tesis basada en el trabajo de William Burroughs, novelista y crítico social estadounidense, quien afirmaba que el lenguaje es contagioso transformador. A punto de recibirse de filólogo, el tesista divagará entre las últimas páginas de su trabajo y la escritura de una carta dirigida a sus padres, a quienes no ha visto en todo ese tiempo ycon quienes tiene cuestiones pendientes. Lo escucharemos navegar a través de la teatralización de diversas herramientas retóricas como la metáfora, la paradoja y la dubitación, haciéndonos preguntar si es un delirante o un genio.



La obra está dirigida por Leandro Aita, y escrita y brillantemente actuada por Diego Carreño (ambos forman la dupla cómica Hermanos Delay). La performance de Diego sobre el escenario no solo está a la altura del adrenalínico texto, sino que es admirable su capacidad de memoria y resolución. En ningún momento pierde el tono ni el ritmo, y embellece la prosa de la verborrágica catarsis. Logra nuestra empatía con el personaje, hayamos enfrentado alguna vez la escritura de una tesis o no, y nos lleva de la mano en un paseo divertido, ameno y reflexivo.

Mención especial para el diseño de escenografía: representa perfectamente el bullicio de la mente del protagonista y ese torbellino de ideas y conceptos en el que está sumergido, sin dejar de perder un toque minimalista, íntimo y desordenado que una habitación alejada de la población amerita.

Podrán disfrutar de “La lengua es un músculo, pero el lenguaje es un virus” en su cuarta temporada todos los martes de agosto a las 20:30hs en el Teatro Picadilly.

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