Reseña| Teatro| El David Marrón

Tú me quieres blanco

Por Gustavo Noriega

El David Marrón es un unipersonal creado e interpretado por David Gudiño, y es el David al que refiere el título de la obra, el otro David que estará en escena hecho pedazos, hasta casi el final, es el calco del que esculpiera Miguel Ángel Buonarroti, ese desnudo colosal; de color blanco marmóreo.

Lo que Gudiño nos va a contar sin parar de hablar y haciendo mil cosas a la vez es, cómo fue que se flasheó con un rubio, en el baño del Museo en cuyo patrimonio se encuentra el David Blanco, y cómo la relación no funcionó. 


Al comienzo resulta soez, infantil, explícito, el relato de ese acto privado, que involucra a otro; en el que van a los bifes -hablando en criollo-. Y es que el David nuestro (el marrón) está siempre excitado de deseo, de alegría o de desesperación; mostrando un personaje bien delineado; intenso, energético, irreflexivo, obsesivo, altisonante, agotador. Es tanto todo, que logra su cometido… que uno empatice con su padecimiento por tener la piel color marrón. 

Interactuando con los trozos de escultura conseguirá momentos desopilantes que conquistan, haciendo presente a su enamorado al tiempo que vandaliza al David de piedra como si se tratara de una venganza o una catarsis, pero en todo caso, un acto de locura. Aquí el objeto escenográfico bien podría haber sido el origen de todo, porque sin él, la obra sería otra, muy menor.  


También se alude a otra obra de museo, la pintura decimonónica “La vuelta del malón”, en la que hay un entrevero de razas; y viene a cuento para señalar cómo desde entonces se crearon ideas y prácticas en torno a las apariencias.

El in crescendo llega a un momento dislocado en que el David marrón, ya brotado de hacer carne -una vez más, sus avatares homoeróticos- se decide a cerrar la historia y sintetizar… poner orden… alcanzando una gracia y comunicación ideales en relación al público; como para despedirse; pero no. Todavía queda algo más, después de exhibir todos los sentimientos que le hicieron sentir la fatalidad de nacer con el color equivocado, redoblará la apuesta y se desnudará: literal. 

De a poco el cometido de la organización Identidad Marrón –de la que el autor es activista- comienza a lograrse, instalando sus demandas se hacen escuchar, e incluso la obra cuenta con el auspicio del Instituto Nacional del Teatro; mientras que sus responsables la piensan como un lugar de resistencia. Tez oscura, ideas claras; y muchísimo trabajo.


FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA

Dirección: Laura Fernández

Dramaturgia y actuación: David Gudiño

Asistencia de dirección: Gabino Torlaschi

Escenografía: Norberto Laino

Realización escenográfica: Walter Lamas, Maite Corona

Vestuario: Rodrigo González Garillo

Iluminación: Matías Sendón

Fotografía: Alejandra López

Diseño gráfico: Martín Gorricho

Estilismo: Lima de Souza

Prensa: Prensópolis

 

Funciones: Jueves a las 22hs

Sala: Dumont 4040 (Santos Dumont 4040-CABA)

Entrada general: $18000 por Alternativa
Duración: 65 minutos

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