Reseña | Cine | Zootopia 2


 ¡VOLVIÓ LA MEJOR DUPLA! 🦊🐰

¿Valió la pena la espera de casi una década?

Después de 9 años, Disney finalmente nos trae de vuelta a la metrópolis animal con Zootopia 2. La primera entrega dejó la vara muy alta con su mezcla de sátira social y animación brillante. La secuela, ahora en cines, no solo acepta el reto, sino que expande el mundo de una forma que se siente necesaria y sorprendentemente madura.

La película nos sitúa un tiempo después del final de la primera. Judy Hopps y Nick Wilde ya son una pareja de detectives establecida en el Departamento de Policía de Zootopia. La química es instantánea, pero la dinámica ha cambiado: ya no son enemigos forzados a trabajar juntos, sino compañeros que intentan navegar sus diferencias de estilo policial.

El conflicto arranca con la llegada de un misterioso reptil, Gary De Snake, cuya aparición desata el pánico en la ciudad. Esto lleva a nuestros protagonistas a una misión encubierta que los saca de su zona de confort y los obliga a investigar por qué los reptiles han sido históricamente marginados en esta sociedad.

El corazón de la película siguen siendo Judy y Nick. La cinta explora más a fondo su relación. Vemos a una Judy más cínica y a un Nick que, irónicamente, intenta ser la voz de la razón emocional. Regresan favoritos como Clawhauser y el Jefe Bogo, pero destacan los nuevos personajes del "Marsh Market" (Mercado del Pantano), una nueva zona que aporta nuevas aventuras. 



Si la primera película trataba sobre el prejuicio racial (depredadores vs. presas), esta secuela se atreve a tocar temas más complejos sobre la historia oculta y la segregación sistémica. La introducción de los reptiles (y por qué no los vimos en la primera película) se maneja con una narrativa de misterio y conspiración que recuerda a películas de espionaje de los 70s.

Visualmente, es un espectáculo. La tecnología ha avanzado mucho desde 2016 y se nota en las texturas (especialmente en las escamas de los reptiles y el pelaje mojado). Las nuevas locaciones, como los distritos semi-acuáticos, están muy bien logradas. La banda sonora de Michael Giacchino sigue siendo sólida, mezclando jazz noir con ritmos más modernos, y sí, hay presencia musical pop (con Shakira regresando como Gazelle) que funciona bien aunque no supera la canción de la primera entrega.

Zootopia 2 logra lo que pocas secuelas consiguen: justificar su existencia. No es una repetición de la fórmula original. Es una expansión valiente que confía en que su público ha crecido. Es divertida, visualmente deslumbrante y tiene un mensaje potente sobre la verdad y la reconciliación. Si bien algunos chistes pueden sentirse un poco repetitivos, expande el universo y sostiene la química de los protagonistas que sigue intacta. 

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