Reseña | Cine | No alimentes a los niños

Por Mariana Parodi

Llega a los cines "No alimentes a los niños" (“Please Don’t Feed the Children”), el thriller de terror que marca el debut en la dirección de Destry Allyn Spielberg, hija del legendario Steven Spielberg. 

La película de 94 minutos nos sitúa en un escenario post-apocalíptico donde el mundo ha sido devastado por un virus que ha aniquilado a la mayoría de la población adulta. En medio del caos, la historia sigue a un grupo de niños huérfanos que emprenden un peligroso viaje hacia el sur.

La tensión se dispara cuando, en su camino, se cruzan con una mujer (Michelle Dockery) que oculta un oscuro secreto. Este encuentro es la clave de la pesadilla que la película se propone contar, aportando el misterio y la carga emocional del viaje.

La actuación que se roba la película es la de Dockery. La actriz está maravillosa como la villana, quien se convierte en el personaje más interesante y entretenido de la película. 

Sin embargo, el ritmo resulta ser un punto débil. Todo parece forzado y previsible. Esta celeridad impide al espectador conocer a fondo a los personajes que se supone deben sobrevivir, lo que resulta en una falta de conexión. 

Pese a las claras referencias a éxitos de terror psicológico y el talento de su directora debutante, "No alimentes a los niños" se resiente por un guion apresurado que no da tiempo al desarrollo de personajes. Es una película visualmente competente, pero que deja al espectador con la sensación de que se necesitaba más tiempo para construir una conexión emocional profunda y llegar a empatizar con los protagonistas.