Cine | Pink Floyd At Pompeii | 5 curiosidades


Pink Floyd at Pompeii – MCMLXXII, la icónica película de 1972, regresa en una versión remasterizada en 4K con audio mejorado. Filmada en las sobrecogedoras ruinas del antiguo anfiteatro romano de Pompeya, presenta a Pink Floyd en un concierto íntimo y sin público, en el que la atmósfera única del lugar intensifica la magia de su música. La película combina impactantes imágenes, escenas exclusivas del proceso creativo de la banda y temas inolvidables como "Echoes" y "One of These Days", ofreciendo una
experiencia inmersiva inigualable.
Les dejamos 5 curiosidades la filmación de una de las mejores películas de concierto de la historia del rock:





  • “La nueva versión restaurada presenta el primer montaje completo de 90 minutos, combinando la edición original de 1 hora con las escenas documentales en Abbey Road Studios grabadas poco después”. Además, presenta metraje inédito de la banda trabajando en The Dark Side of The Moon, así como entrevistas con sus cuatro miembros.

  • De los seis días de rodaje programados en Pompeya, se perdieron tres días intentando llevar suficiente energía eléctrica al anfiteatro, ya que el equipo exigía demasiado de la instalación eléctrica local. Al final, hubo que tender un cable desde el centro de Pompeya hasta el anfiteatro.

  • Durante "One of These Days", la película se centra principalmente en la frenética batería de Nick Mason . Se filmó mucho más del resto de la banda, en particular la guitarra slide de David Gilmour , pero todo, excepto las cintas de Mason, se perdió.

  • Las interpretaciones de "Echoes", "One of These Days" y "A Saucerful of Secrets" fueron filmadas entre el 4 de octubre y el 7 de octubre de 1971, mientras que el resto de canciones fueron filmadas en un estudio de París junto con proyecciones del anfiteatro de Pompeya. Estas secuencias de París fueron filmadas a finales de 1971 y comienzos de 1972, y pueden distinguirse por la presencia de barba de Rick Wright.

  • La grabación se llevó a cabo y después de cada final de toma, la banda paraba y se disponía a revisar lo que habían tocado. Si no se sentían a gusto, volvían a repetir las tomas. Esto llevó a otro problema inmediato: grabar en cámaras de 35 mm tenía un costo elevado, y luego de un par de horas fue evidente que no había el stock necesario de cintas para llevar a cabo las grabaciones en forma íntegra. Fue entonces que al director se le ocurrió dejar espacios en la grabación, que iban a ser rellenados cuando la banda realizara grabaciones a fines de ese mismo año en París, que son las famosas imágenes que podemos ver de ellos en estudio.



Pink Floyd at Pompeii se convirtió en un hito en la historia del rock, influenciando a futuras generaciones de artistas y siendo considerada una de las mejores películas de conciertos de la historia. 

Bonus Track: Pasarían 45 años, para que en 2016, un David Gilmour solista volviera a recrear una hazaña: Dar el primer show con público en el anfiteatro.



 

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