Reseña | Teatro | Come from away
Por Valeria Vecchi
Salí completamente fascinada de ver “Come From Away”. Esta increíble y premiada obra está basada en una historia real y narrada en formato musical. Escuchar que el atentado a las Torres Gemelas es el contexto de fondo de esta historia puede resultar un poco chocante -esa fue, sin dudas, mi reacción antes de verla- pero la realidad al salir fue otra totalmente distinta. Es que esta historia no pone el foco en el atentado, sino en la unidad y la bondad ante una gran tragedia.
La trama empieza ese 11 de Septiembre de 2001 cuando Gander, un pueblo muy pequeño de la Isla Terranova en Canadá, vio cómo 38 aviones se vieron obligados a aterrizar inesperadamente en sus tierras tras el cierre del espacio aéreo de Estados Unidos. Y cuando llegaron más de 7000 desconocidos -el doble de su población-, los lugareños abrieron sus hogares y sus corazones a los "come from aways" (venidos de lejos), ofreciéndoles comida, refugio y apoyo.
Después de su éxito en Nueva York y Londres, y luego de estrenarse en grandes capitales de todo el mundo como Toronto, Melbourne y Amsterdam, Come From Away llegó a la Argentina en 2024 de la mano de ‘The Stage Company’ y cuenta con la brillante dirección de Carla Calabrese, quien también se encargó de la adaptación al castellano y es una de sus protagonistas interpretando a Janice, una periodista en su primer día de trabajo. Se trata de un musical que recibió numerosos y prestigiosos premios en sus diferentes producciones, como el Tony, el Olivier, el Helen Hayes, el Drama Desk, el Hugo, además de tener una nominación a los Premios Grammy.
Lo más impresionante de Come From Away es su ritmo y dinamismo. El equipo creativo nos ofrece una montaña rusa de emociones en una obra impresionantemente enérgica. La puesta en escena es simple pero cuenta con una plataforma giratoria que la hace muy dinámica. Las actuaciones son magníficas y la orquesta en vivo es sin dudas la que se lleva todos los aplausos.
En última instancia, realmente recomiendo verla. Para ser un espectáculo con un trasfondo tan trágico, Come From Away nos mantiene arraigados en un sentido de espíritu comunitario y optimista en todo momento. Finalmente nos deja con un mensaje alentador: todos venimos de lejos de alguna manera, y depende de nosotros mostrar lo mejor de la humanidad, incluso cuando lo peor aparece.
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