Reseña | Teatro | La verdadera historia de Ricardo III
La obra se ancla en un hecho histórico reciente de gran impacto: el hallazgo de los restos de Ricardo III en 2012 bajo un estacionamiento en Leicester. Este descubrimiento reveló que el monarca padecía escoliosis, desmintiendo la joroba pronunciada que la tradición y, sobre todo, la pluma de William Shakespeare le habían atribuido. Es precisamente esta distorsión histórica la que la dramaturgia de Adrià Reixach, bajo la dirección de Bieito, se propone desmantelar. La obra, entonces, no solo revisita el pasado, sino que se convierte en un incisivo comentario sobre cómo se construyen y manipulan las verdades, resonando con las preocupaciones contemporáneas sobre la desinformación.
Calixto Bieito, conocido por sus puestas en escena "rupturistas", concibe la maldad de Ricardo III no como una consecuencia de una deformidad física, sino como una característica inherente al ADN humano. Su dirección es un viaje al corazón de las tinieblas, una exploración cruda del horror.
La puesta en escena es visualmente impactante y llena de anacronismos estratégicos. La obra se inicia con una cortina metálica que evoca el estacionamiento del hallazgo, estableciendo de inmediato el diálogo entre lo histórico y lo contemporáneo.
La dramaturgia fusiona el texto clásico con el estudio del cadáver del rey. Elementos como un "Torino rojo colgado en el medio del escenario" y el uso de colores específicos en el vestuario de las actrices (Belén Blanco, María Figueras, Ingrid Pelicori, Silvina Sabater) refuerzan la estética audaz y contemporánea de Bieito.
"La verdadera historia de Ricardo III" es mucho más que una obra de teatro; es un espejo inquietante que nos confronta con la naturaleza del mal, la implacable lucha por el poder y la maleabilidad de la verdad histórica. La audaz dirección de Calixto Bieito y la magistral interpretación de Joaquín Furriel logran una simbiosis que no solo actualiza el clásico shakespeariano, sino que lo desafía, invitando al público a cuestionar las narrativas que moldean nuestra percepción de la realidad. Es un testimonio del teatro como un espacio de experimentación y diálogo continuo con el pasado, reafirmando la perdurable atracción de Shakespeare y la capacidad del arte escénico para ofrecer nuevas y provocadoras lecturas a obras atemporales.
El elenco, que acompaña a Furriel, incluye a notables figuras como Luis Ziembrowski, Ingrid Pelicori, Belén Blanco, María Figueras, Marcos Montes, Luciano Suardi, Iván Moschner, Luis Herrera y Silvina Sabater.
La obra se presenta de miércoles a sábados a las 20:00 horas y los domingos a las 19:00 horas, con una duración de 110 minutos. Tras su temporada en Buenos Aires, que se extiende hasta finales de septiembre , la producción emprenderá una gira internacional con fechas confirmadas en Madrid y Bilbao en octubre de 2025.
Comentarios
Publicar un comentario