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Reseña | Teatro | La Moribunda
Un duelo altamente pintoresco
Por Federico Dieguez
Despedir a un ser querido jamás es una situación placentera, y muchas son las maneras de transitar ese desconsuelo. ¿Pero qué sucede cuando el dolor es tan fuerte que es necesario escapar de la realidad durante un año entero? La Moribunda, escrita por Urdapilleta y Tortonese, nos sumerge en una despedida surrealista y tragicómica.
Karen y Kara viven juntas y cuidan de su hermana mayor, Kiri, quien agoniza en su habitación fuera de escena. Su estado de salud es tan terrible y el contraste con su luminoso pasado tan grande que empuja a las protagonistas a crear una realidad que las ayude a sobrellevar la situación. Transitan esa vida paralela durante todo un año, expuesto ingeniosamente a través de las cuatro estaciones, hasta que el peso de la realidad sea demasiado intenso como para ser ignorado. El tiempo se vuelve flexible en sus manos, y su existencia muta a medida que reflexionan sobre la muerte, el amor y el sentido de la vida.
Las interpretaciones de Darío Serantes y Juan Rutkus son hilarantes y sensibles. Hábilmente utilizan recursos del grotesco y del clown para alimentar una performance delirante y cómica, que permanentemente recuerda el sufrimiento que hay debajo de esa fachada. Las risas generadas durante la función las complementan con un sentidísimo final que interpela al público y lo lleva indefectiblemente a un recuerdo personal. Los actores logran la empatía de sus espectadores y se nota con claridad.
La puesta en escena y la dirección de Malena Miramontes Boin conforman un personaje más. Los recursos lumínicos, musicales y espaciales tienen su peso propio y colaboran para generar un clima de alegre angustia. Kiri, a pesar de nunca ser vista, se siente presente en cada rincón de la sala. La ventana de su habitación se enciende y se oscurece; se escucha su respiración agonizante y su canto; y los diálogos nos permiten hasta oler la podredumbre de su estado. Todo está digitado y colocado para que Serantes y Ruktus se sientan apoyados sin opacar sus actuaciones. Una experiencia redonda que vale la pena disfrutar.
La obra cobra vida los días jueves a las 20:30hs el Complejo Teatral Ítaca, situado en Humahuaca 4027, Almagro. Las entradas cuestan $15000 y pueden conseguirse en el sitio web de Alternativa Teatral o en la cuenta de Instagram @lamoribundaok
Ficha técnico/ artística:
Autoría: Humberto Tortonese, Alejandro Urdapilleta
Actuación: Darío Serantes (Karen), Juan Rutkus (Kara)
Diseño de escenografía y vestuario: Alejandro Mateo
Diseño de iluminación: Malena Miramontes Boim
Diseño sonoro y música original: Matías De Stéfano
Diseño gráfico: Sabrina Lara
Fotos: Nacho Lunadei
Redes sociales: Agustín Corsi
Prensa y comunicación: Valeria Franchi
Producción: Verónica Parreño
Asistencia de dirección: Ayelén de la Rosa
Dirección: Malena Miramontes Boim
Duración del espectáculo: 60 minutos
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