Reseña |Teatro |Mina...che cosa sei?!?


Invocación Mina

por Gustavo Noriega

Que Elena Roger con 17 años cantara para las cámaras de “Feliz Domingo” no fue condición suficiente para que quedara claro que se trataba de una “Niña prodigio”; aunque esta idea es injusta porque detrás de esa magnética figura que es ella en cualquiera de sus estados (Mina, Piaf o cualquier otra), se sobreentiende que hay mucha dedicación, estudio y exigencias.

Para quien vio Piaf, antes de ver Mina… che cosa sei!?!? -repuesta a más de veinte años de su creación- va a encontrarse con un musical mucho menos deslumbrante y riguroso que el que retrata al “Gorrión de París”. Y lejos del afán de comparar, el punto es que Roger no ha dejado de crecer.

Mina Mazzini por su parte, la cantante que descolló a mediados del siglo XX, reclutó devotos entre los amantes de la cultura italiana y abominó el star system, desapareciendo de un momento a otro de la vida pública. Por eso para tributar a semejante personaje quizá hubiera que indagar por caminos más ambiguos, y menos edulcorados; y recurrir a un vestuario más pop, propio de esos años de libertad expresiva. Y si bien no está la intención de responder a la pregunta del título, Che cosa sei?; el show no toca cuerdas que nos hablen de un enigma. El único misterio -para quien no entiende italiano o conoce sus versiones en español- queda encerrado en las letras de las canciones que no son subtituladas.  

Diego Reinhold, es un gran partenaire, carismático y entrenado, pero su personaje no alcanza para crear una simbiosis que permita que la magia aparezca, a excepción del baile americano cerca del final. 

Por su parte los músicos -siempre a la vista del público- recortándose sobre una pantalla en general anodina, cobran un protagonismo merecido, pero que no aporta al despliegue visual.

En cuanto a la escena de la tina/valija, hubiera sido más potente y sensual si el objeto no hubiera sido ese híbrido, sino llanamente una bañera. En cuanto al arnés que sirve para crear la imagen de una Madonna entronizada, hubiera resultado mejor si por algún artilugio, lo dejáramos de ver en buena parte del espectáculo.

Mina fue portadora de una voz que dejó huella y desapareció por considerar que su arte no era para ese mundo, al que pretendía embellecer; mientras que Roger vuelve a los inicios de la trayectoria que la llevó a convertirse en una figura a nivel mundial; que recibió dones y sabe cómo aprovecharlos. 




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